jueves, 14 de abril de 2011

La Semana Definitiva La Traición


La traición no es un pensamiento extraño. Jerusalén estaba llena de conspiraciones, quien sabe a cuantos discípulos se les habían acercado los enemigos de Jesús para tentarlos. La última cena estuvo rodeada de peligro; el aposento alto lo había preparado un hombre misterioso que llevaba un cántaro de agua. ¿Porque? Porque Jesús corría peligro y muy pronto alguien lo entregaría. Cuando pienso en la traición de Judas, no solo debo pensar en él, como el mas grande traidor, sino como el primero de muchos. ¿Cómo fue posible que Judas traicionara al Hijo de Dios? Judas no fue la primera ni la última persona que haya traicionado a Jesús, sino solo la más famosa. Hoy muchos toman  la posición de Judas y no quieren tomar ni recibir lo que Jesús vino a ofrecer.
Hay una lección hermosa que aprender, aun en medio de esta inusitada situación que le toco vivir a nuestro Señor. Mientras Jesús recibía el rechazo y la traición de su personal más cercano a él, amo hasta el fin a los suyos y le dijo; Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron”. (Mt. 26:50) Que amor tan profundo e inagotable que él dio y demostró hacia sus enemigos ¿esta usted preparado con esta virtud? No permita que la tracción de otros llene su corazón de rencor, odio e ira. Que nuestra oración sea “Señor perdónalos”.
“Judas murió sin querer recibir lo que Jesús vino a ofrecer”
Cristóbal Churata Q.
Sirviendo al Maestro en Cusco

No hay comentarios:

Publicar un comentario